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Prehabilitación: Evita Lesiones Antes de que Ocurran

Qué es la prehabilitación y por qué es importante

La prehabilitación es un enfoque proactivo para el cuidado del cuerpo que se enfoca en prevenir lesiones antes de que ocurran, en lugar de tratarlas después. Este concepto, originalmente desarrollado en el ámbito de la medicina deportiva, ahora se aplica cada vez más a la población general. La prehabilitación implica identificar y corregir desequilibrios musculares, deficiencias de movilidad y patrones de movimiento defectuosos que podrían predisponer a lesiones. Para los atletas, esto significa preparar el cuerpo para los gestos específicos de su deporte; para el resto de las personas, implica preparar el cuerpo para los movimientos y tensiones de la vida diaria.

La importancia de la prehabilitación radica en que muchas lesiones musculoesqueléticas son el resultado de pequeños desequilibrios o debilidades que se acumulan con el tiempo. Por ejemplo, una debilidad en los glúteos puede llevar a una sobrecarga de los isquiotibiales y la zona lumbar, predisponiendo a lesiones en estas áreas. La prehabilitación aborda estos problemas cuando aún son pequeños y fáciles de corregir, antes de que se conviertan en lesiones dolorosas que requieran tratamiento. Este enfoque no solo previene el dolor y la interrupción de las actividades, sino que también mejora el rendimiento en cualquier actividad física.

Deportista haciendo estiramientos dinámicos

Ejercicios clave de prehabilitación

Un programa efectivo de prehabilitación debe incluir ejercicios que aborden tres áreas principales: movilidad, estabilidad y fuerza funcional. Para la movilidad, ejercicios como estiramientos dinámicos y movilizaciones articulares preparan el cuerpo para el movimiento. La estabilidad se trabaja con ejercicios que desafían el equilibrio y fortalecen los músculos profundos del core, como planks modificados o ejercicios sobre superficies inestables. La fuerza funcional se desarrolla con movimientos que imitan las actividades de la vida diaria o los gestos deportivos específicos.

Para corredores, ejercicios como "clamshells" (conchas) con banda de resistencia fortalecen los glúteos medios para prevenir el síndrome de la banda iliotibial, mientras que sentadillas con énfasis en la alineación de las rodillas pueden prevenir lesiones en esta articulación. Para levantadores de pesas, ejercicios como "face pulls" con banda y rotaciones externas de hombro ayudan a mantener la salud de las articulaciones del hombro. Incluso para personas sedentarias, ejercicios simples como puentes de glúteos y estiramientos de flexores de cadera pueden prevenir muchos de los problemas asociados con estar sentado durante largos períodos.

Integración en la rutina de entrenamiento

La prehabilitación no debe verse como un añadido opcional al entrenamiento, sino como una parte esencial de cualquier programa de ejercicios. Idealmente, los ejercicios de prehabilitación deben incorporarse al calentamiento, preparando específicamente las articulaciones y músculos que se usarán en la sesión principal. Por ejemplo, un corredor podría incluir ejercicios de activación glútea y movilidad de tobillo en su calentamiento. También pueden dedicarse sesiones completas a la prehabilitación, especialmente en períodos en que no se está entrenando intensamente.

La frecuencia de los ejercicios de prehabilitación depende de las necesidades individuales, pero como regla general, es más efectivo hacerlos con frecuencia (3-5 veces por semana) en sesiones cortas (10-15 minutos) que en sesiones largas pero infrecuentes. Muchos ejercicios de prehabilitación pueden realizarse en casa sin equipo especial, usando solo el peso corporal o bandas de resistencia económicas. La clave es la consistencia y la atención a la técnica correcta, asegurándose de que los ejercicios realmente estén abordando los desequilibrios específicos.

Evaluación y ajuste continuo

Un buen programa de prehabilitación no es estático, sino que evoluciona según las necesidades cambiantes del cuerpo. Realizar evaluaciones periódicas de la movilidad (como pruebas de flexibilidad de isquiotibiles o movilidad de hombros) y de la fuerza (como pruebas de equilibrio unilateral o resistencia del core) permite identificar nuevas áreas que necesitan atención. Muchas personas descubren que a medida que corrigen un desequilibrio, otro puede hacerse evidente - este es un proceso normal de desarrollo corporal equilibrado.

Trabajar con un fisioterapeuta o entrenador calificado puede ser invaluable para diseñar un programa de prehabilitación personalizado, especialmente para personas con historial de lesiones o condiciones específicas. Sin embargo, muchos ejercicios básicos de prehabilitación son seguros para que la mayoría de las personas los realicen por su cuenta una vez que han aprendido la técnica correcta. El objetivo final es desarrollar una conciencia corporal que permita reconocer y abordar proactivamente las pequeñas advertencias que el cuerpo da antes de que se conviertan en lesiones serias.